viernes, 24 de julio de 2009

EL HIJO DE LA EVOLUCIÓN

Pues sí, he vuelto para hacerlo...quiero decir comentar un film desconocido, extraño, sólo correctamente realizado y para colmo televisivo. ¿A qué viene este nuevo despropósito? ¿Se trata de algo forzado, sólo justificable por fidelidad a la temática de un blog que se va quedando sin ideas? ¿Cuál es el valor de un "Estrenos TV" que se asomó por vez primera a la caja tonta una tarde de sábado, en la que todo parecía augurar sopor, bostezo y cabezada (bueno, quiero decir que en España se vio en estas circunstancias)? Como siempre, me explico, o al menos lo intento.

"El hijo de la evolución" (Evolution’s child, Jeffrey Reiner, 1999), como he apuntado, no posee valores cinematográficos maravillosos, pero destaca por sus engranajes argumentales, alumbrados en una novela creo que nunca traducida al castellano, Toys of glass='juguetes de cristal', del escritor británico Martin Booth. Ahí van, a modo de aperitivo, unos pocos: el cadáver casi intacto de un chamán de la Edad de Bronce hallado en el hielo después de tres mil años (algo semejante a lo que ocurrió con ese famoso Ötzi/Oetzi encontrado en los Alpes cinco mil años después de su muerte, sólo que mucho peor conservado que nuestro hombre fílmico), unos padres ignorantes de que la fecundación in vitro de ella se ha realizado con esperma de ese ser, un resultado con apariencia de niño normal pero dotado de poderes extraordinarios como capacidad para soñar el remoto pasado paterno, habilidades sanadoras, comunicación telepática con animales diversos o adivinación del tiempo meteorológico (sin tener nada que ver con la manera en que lo hace el ya entrañable Albert Barniol por ejemplo jaja)...

El aspecto y la interpretación meritoria de Jacob Smith, el niño protagonista (triste, frágil y desvalido, a pesar del poderío extrasensorial que puede desplegar); las escenas oníricas, misteriosas y cuidadosamente dispuestas a lo largo del metraje, y cierto gusto ecologista –un humano-reliquia fuertemente adscrito a su medio natural no tendría posibilidad de sobrevivir en el mundo actual- ayudan a convertir esta pequeña película en toda una sorpresa no sólo para la sempiterna grisácea tarde de un sábado ante Televisión Española sino para las ansias de cierto cinéfilo "rarotonga" que hay en mí y que puede también haber en ti.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacía tiempo que no entraba por estos lugares suelo frecuentar de vez en cuando. No sé por qué pero se me ocurrió pasar y echar un ojillo y resulta que aquí estoy escribiendo aunque no sé muy bien el qué, no conozco la pelicula como la mayoría de ellas que escribes pero puedo decir que curiosamente en la persona que parece más desvalida y triste es donde reside la verdadera fortaleza y viceversa.
Buen verano.
Fdo. Hypatia

antonio calvo dijo...

Hola Hypatia. Eso ya lo sé, por eso me gusta tanto esta película, incluso en su condición de película modesta, para TV, etc. encerrando sin embargo una historia con garra. Espero que la veas, si un día la echaron por la tele, tal vez podría repetirse su emisión. Bueno, buen verano para ti también.

Anónimo dijo...

Acabo de echarme un cafe "rarotongo" y debería ponerme a currar, que para eso me paga nuestra santa madre la Junta de Comunidades..."Sinencambio" te he leido y como siempre, abres las puertas de la gana de ver cine.

un besaco, desde las áreas infantiles

Supercalifragi

antonio calvo dijo...

Hola! Seguro que ese café "rarotonga" era de la máquina de aguachirris y chocopises..aijijiji, pero te doy toda la razón cuando dices que despierto las ganas locas de ver cinemilias. Debe de ser que yo también soy hado (al menos -ado sí sé que só jiji), hasta el punto de hacerte choricear sus tesoros a la yunta por leer mis críticas en pepitoria. En fin, Supercali Lady Laura, recuerdos al gato que está...y este besico chuik-chuik fo yú.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por este blog.
En efecto, esta es una gran joyita de cine escondido.
Lo que más me ha gustado es la interpretación de los padres del niño pero especialmente la mágica astmósfera del niño con su padre biológico, el hombre de la edad de bronce.
Era como su reencarnación.

Preste Juan dijo...

No es una gran película. Pero cuando te la nombran, o ves alguna escena en una reposición, dices: ¡Ah,sí,aquella película!... Y lo dices con agrado. Y eso es mucho,la verdad.