martes, 29 de julio de 2008

FUERZA VITAL

A los que nos gustan las películas enloquecidas, no nos pudo pasar desapercibida “Lifeforce-Fuerza vital” (Lifeforce, Tobe Hopper, 1985). Se realizó con un motivo oportunista, la última aparición del cometa Halley a la vista de los terrestres, sobre armazón literario de una novela de Colin Wilson titulada “Los vampiros del espacio”, y sus resultados constituyeron un cierto fracaso crítico y de taquilla. Tomando algunas líneas maestras de películas como Queen of blood (Curtis Harrington, 1965), “¿Qué sucedió entonces?” (Quatermass and the pit, Roy Ward Baker, 1967) o toda la larga serie de zombis de George A. Romero, Hopper, el director de “La matanza de Texas” (The Texas Chain Saw Massacre, 1974) consiguió un film barroco en sus excesos, cargado de erotismo (los actores usados, sobre todo Mathilda May, rebosan de este elemento) y de principio a fin paranoico…El argumento es éste: una expedición científica se encuentra, orbitando el mismísimo cometa Halley, una nave extraterrestre que es más bien un mausoleo de criaturas que recuerdan a las de nuestra iconografía vampírica. Pero hete aquí que entre las urnas (en apariencia de cristal, como la de Blancanieves) los científicos hallan tres conteniendo cuerpos de aspecto humano, en animación suspendida y desnudos (por cierto, qué cuerpos jajaja). Estos seres despiertan de su sueño y comienzan a mostrar un preocupante gusto por la energía de los demás, en los que van dejando su impronta. Poco después, y ya en la Tierra, los dos alienígenas de pinta masculina son eliminados a base de granada y tentetieso, pero queda la fémina (Mathilda May) haciendo de las suyas (por supuesto, sus víctimas se convierten también en vampiros y extienden la, digamos, epidemia). En último término, el héroe (Steve Railsback), enamorado de la hermosa estelar (que, por cierto, se pasa en bolas casi toda la película), hace pinchito con ella a base de espada-estaca y sofoca la invasión.
Pese a que algunos efectos especiales quedan hoy un tanto risibles, Lifeforce, desde nuestra perspectiva, sigue siendo válida merced a ese sentido de lo morboso en el que Tobe Hopper siempre ha destacado: hay algo poderosamente sensual en el cuerpo exhuberante y en los labios gruesos y rojos de Mathilda May, pero también hay algo enfermizo en esos volúmenes y texturas que la cámara de Hopper explora y extrae, una atracción del abismo que, por cierto, también es deudora del departamento de maquillaje y, por supuesto, de la actriz (esta película la catapultaría a la fama). De todos modos, los andares y gestos sibilinos del personaje, sus miradas y su manera de seducir se basan en los de la fabulosa Florence Marly en Queen of Blood, donde si ésta no aparecía desnuda, sí lo hacía con un traje espacial muy ceñido que escondía/potenciaba sus curvas.
A destacar, asimismo, el ritmo vertiginoso de la peli (en los créditos ya ocurren cosas), las interpretaciones, esquizoide pero muy disfrutable de Steve Railsback y más cabal de Peter Firth (aunque viendo su cara no dejamos de recordar que encarnó en varias ocasiones al alienado protagonista de Equus), las formas inquietantes de la nave-sarcófago-antena energética (recuerdan en mucho a las de una sanguijuela) y la música de Henry Mancini, en principio nada apropiado para tales aventuras, pero luego acorde con el tono de extravagancia que impregna el film en su totalidad.


Como una ilustración de nuestras peores pero más disfrutables pesadillas, así es Lifeforce.

(Posible eslogan para la película: “Que la fuerza os acompañe…si no os la quitan”).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Miro en la base de datos (esa que todos los biblio utilizamos, el Absys famoso) a ver si tenemos la película y resulta que no, que no la tenemos, que tendremos que pedirla en desiderara (otra palabra que no entiende nadie) y entonces podré verla, eso sí, si está disponible en DVD o no. En fin que viendo el argumento me pica la curiosidad y me entran ganas de ir a verla aunque luego tenga pesadillas....
Seguiremos indagando y seguiremos colándonos en este cine escondido... y que la fuerza nos acompañe a todos....

Anónimo dijo...

ola Toño,
ya sabes,que soy más de cine Social que otra cosa,nadie es perfecto,lo sé...jajajaja.Aunque tambien me gustan las mezclas. Cuando se rie y llora... como en el Baile de los vampiros. Para mi una de mis prefes... por cierto, alguno de estos dias hablas de ella... aunque no es muy escondida, y tu lo que quieres es rescatarlas del olvido...ya entiendo y entiendo(jajaja)
besos
nieve